En general las instalaciones están bien. Falla el personal, da la impresión que está desmotivado pero para nada sigue la linea de paradores. La responsable lógicamente su directora que tiene respuesta para todo, si te quejas porque la habitación es muy ruidosa te dice que reserves una mejor o te vayas al parador de Santiago, si te roban el paraguas en la cafetería que como se te ocurre dejarlo en un paragüero a la entrada que es como si lo dejaras en la calle.
El desayuno es bastante bueno, la comida normalita y si no hay mucha gente te meten a comer en un cuartucho que no es digno de paradores.
No lo recomiendo.
Un buen sitio para descansar con unas buenas instalaciones, diferentes espacios donde relajarse y con gusto al detalle.
El servicio simpático y atento.
Encantados con nuestra estancia en el parador de Cambados.La ubicación estupenda, cerca de todo.
Nos hospedamos con nuestros niños en una de las habitaciones superiores. Por cierto, todo muy limpio y cómodo. La comida a la altura de lo que se espera de un parador y con el extra de un gran servicio por parte de las camareras. Gracias a Tamara por facilitarnos los cambios en la reserva y a Montse y su compañera de los desayunos, por atendernos tan bien y ser tan amables con nuestros hijos.
Hemos pasado el fin de semana en este parador y, aunque no me he fijado especialmente en las instalaciones (el edificio es muy bonito), la atención del personal ha sido de 10. Sobre todo el personal de comedor ha sido encantador, muy atentos y cercanos, desde luego son los que han contribuido a generar una magnífica experiencia. La ubicación es inmejorable.
Ubicado en un lugar inmejorable, es un edificio muy bonito. La habitación que daba a la piscina, amplia y tranquila.
Tiene una terraza que invita a echar un rato tomando algo.
El desayuno correcto, aunque hay cosas que tienes que pedir y como no te fijes en los carteles no te enteras.
Me molesto un poco que teniendo contratado el desayuno (caja regalo) un día no pude bajar a desayunar por encontrarme con gastroenteritis y no sólo no me lo descontaron, si no que me cobraron una botella de agua que pidió mi esposa que me subieran a la habitación (3,5€).